La noche que supe que Diego y Mery se iban a Australia no dormí. Pasé la noche informándome sobre Australia, viendo dónde estarían dos de las personas que más quiero y a las que estoy más unida... Planteando la remota posibilidad de poder ir a verles y que no se hiciese tan largo el tiempo sin verles...

Pero nunca me imaginé poder realmente hacerlo. Y menos de esta forma tan increíble y divertida. Y menos con esta gran compañera de viaje, mi Silvi.

Para mí ha sido un antes y un después. Sólo hay que ver mi cara de los primeros días y mi expresión en los últimos. Siempre sonriendo, pero con otra luz...

Ha sido genial verles allí, comprobar que están bien, que están cumpliendo sus objetivos y sueños, e imaginarles ahora dónde están exactamente para mí es ver la distancia de otra forma muy distinta.

Han sido sueños cumplidos

Han sido días de risas y más risas

Ha sido apertura mental

Ha sido una gran desconexión, también por eso ha sido quizás más duro volver a retomar el ritmo, que gracias a Dios no es ni mucho menos el que tenía antes de irme.

Ha sido levantar inquietudes que estaban dormidas

Ha sido también a la vuelta un fuerte choque con la realidad que estamos viviendo ahora, y un gran contraste entre lo que se respira en Australia: oportunidad, pleno empleo, disfrute del tiempo libre, no worries (por supuesto que tendrán sus problemas, pero sabéis a lo que me refiero) y lo que se respira en España (ya lo sabéis, no quiero repetirme)

Han pasado ya unos meses desde entonces, y creo que no hay un sólo día en que no hable de Australia, o mire fotos de Australia o le alguna entrada del blog, o me parta de risa recordando anécdotas o viendo vídeos del viaje.

Quizás sea porque ha sido el viaje más largo y más lejano que he hecho en mi vida, o quizás sea porque Australia tiene un algo especial que me ha enganchado... No se, habrá que viajar más para descubrirlo! Y si es con una compañía como la que he tenido en este viaje... me voy al fin del mundo ;)

Así que..... por mi parte.... Continuará......